sábado, 15 de octubre de 2011

Hoy va a ser un buen dia.

Me encanta despertarme diciendo eso. Hoy va a ser un buen día. Y si no, pues mañana.
¡ Aunque al fin y al cabo todos los días son iguales !
Os contaré mi vida.
Cada mañana me despierto, como todos. Suena el despertador infernal y abro un ojo. Lo paro, y sigo durmiendo. Y POR SORPRESA, vuelve a sonar. Lo paro, resoplo, y salto de la cama.
Me visto, desayuno, me lavo, le doy un beso a mi madre y salgo de casa.
Con una mochila de coca-cola a la espalda voy corriendo hacia casa de mis amigos. Bajan, y nos vamos al instituto. Por el camino hablamos de lo que nos pasa, de nuestras chorradas y tonterías sin importancia, nos reímos, y luego nos damos cuenta de que faltan 5 minutos para entrar al instituto. Corremos. Parecemos un poco imbéciles porque corremos y nos reímos de nosotros mismos al mismo tiempo.
Llegamos, y en el instituto , por desgracia, estoy en primera fila -.-' Hablo lo que puedo.
Al salir, me voy directa al conservatorio, con una guitarra a cuestas. Pero me voy feliz.
¿ Por qué ? Porque allí soy la persona más feliz del mundo, gracias a las personas que hay ...
Entro, y subo a mi clase de lenguaje musical. Me siento en el suelo fuera de clase, hasta que abran la puerta, y la gente va llegando y saludándome. Y al entrar, hago de todo, menos atender. Soy así de guay.
Llego a casa, mi madre me pregunta " ¿ Que tal el día ? " yo respondo " bien " y entro en el ordenador. Ceno, me acuesto, y volvemos al principio.
Todos los días, lo mismo. No os lo he contado todo porque acabaréis odiándome,  pero me gustan estos días. Son normales y a la vez únicos. Son MIS días, y no los cambio por nada.

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